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¿Se puede ser multiorgásmico?

¿Cuántos orgasmos se pueden tener en una noche de amor? Es algo que me pregunta la gente, preocupada. Quizás porque yo vivo diciendo que tengo muchos orgasmos y, entre nosotros, ¡cada vez más! Esto me lleva a una triste conclusión: qué mal estamos, sexualmente hablando, los seres humanos de Occidente. La mayoría de las parejas tiene un

 sexo

 aburrido, mecánico y pobre. Qué pena.

 

Antes, se creía que sólo una cantidad mínima de mujeres eran multiorgásmicas, o sea, tenían la capacidad de tener muchos orgasmos seguidos. Ya sabemos que toda mujer puede ser multiorgásmica. Si lo es o no, depende de su compañero, quien debe estimularla tan pronto empieza a “sosegarse” luego de un

 orgasmo,

  o sea, a entrar en la etapa de resolución. Al ser estimulada sexualmente, al poco tiempo de obtener su primer orgasmo, la mujer puede volver a excitarse y tener uno, dos, tres, cuarenta orgasmos si quiere, y cuando alcanza el último, es tan fuerte y placentero, que será casi una experiencia de éxtasis.

 

Después, se creía que los hombres no podían tener más de un orgasmo. Hoy la ciencia ha confirmado que el hombre, si logra separar la

 eyaculación

  del orgasmo con ejercicios simples, puede ser multiorgásmico como la mujer. Sólo debe aprender a tener orgasmos sin eyacular. Esto se consigue con un simple ejercicio, adquiriendo control sobre el músculo pubocoxígeo. Si controla esto y otras cosas, podrá hacer el amor toda la noche sin parar, hasta que no quiera más, ¡y entonces eyacular!

 
En Oriente es común y se practica aprender a tener orgasmos múltiples. Ellos lo descubrieron mucho antes que nosotros. Mientras más veces tengamos orgasmos o más nos acerquemos a uno y lo detengamos, más fuerte y gratificante será el orgasmo final. 

La cultura judeo-cristiana y sus desaciertos y tabúes hacia la

 sexualidad

  nos han creado serios conflictos con el

sexo.

 Por esta razón, muchos tienen un

sexo

 muy mecánico, casero y rutinario. Si algo odia una mujer es tener

sexo

  monótono, casero, mecánico y predecible. El hombre, por su miedo a perder la

 erección,

 tiende a ir directo al grano, además de que se satisface mucho más rápido que la mujer, no disfruta hacer el amor y termina siendo muy mal

 amante.

 Las mujeres queremos un

 amante

  de mano lenta, las mujeres adoramos el

sexo

 gourmet, el

sexo

  que es como una buena cena y va despacio, suavemente y tomándose su tiempo.

 

orgasm-multiorgasmico

 

La

sexualidad

 es algo que se desarrolla, nace con nosotros y no tiene límite: los límites se los ponemos nosotros mismos. En el placer sexual, el cielo es el límite.

 

El que nunca ha intentado pasar horas haciendo el amor no se imagina de lo que se está perdiendo.Hoy es un hecho científicamente comprobado que tanto el hombre como la mujer pueden ser multiorgásmicos. Mientras más repetimos el acercarnos al

 orgasmo

  y parar, o el tener varios

 orgasmos

 seguidos, mucho mayor será el placer logrado en el último.