Muchas personas se casan con determinadas expectativas relativas a lo sexual que en muchos casos, permanecen insatisfechas con el paso de los años. Expresiones como: “¡No sé lo que es un orgasmo!” o “Esta mujer es frígida” se escuchan a menudo.
De acuerdo con lo que haya aprendido en su vida, cada persona adopta una postura que le afectará decididamente en todo lo relacionado con su conducta sexual.
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- “La sexualidad es algo bajo y degradante, por tal razón debe ser evitada”. Una persona que guarda en su mente este concepto se sentirá culpable al participar del acto sexual con su pareja. Buscará evasivas y estará mayormente indispuesta, aunque siente que ama a su pareja, no quiere degradar o ser degradada con algo ‘tan bajo’ como el sexo.
- “La sexualidad es un mal necesario”. Tal como San Agustín, algunos entienden que la sexualidad es un mal, pero como no podemos vivir sin ella, es entonces un mal necesario para la raza humana.
- “El sexo es libre”, “Hazlo como quieras…donde quieras…con quien quieras…cuanto quieras….” Tristemente ese es un concepto que ha alcanzado alta simpatía en esta época. El sexo sin censuras, que da rienda a toda suerte de fantasías impensables y da expresión a la libertad del individuo de acuerdo con su preferencia. Este concepto ha sido sin duda uno de los mejores aliados del SIDA y otras infecciones de transmisión sexual.
- “Solo para hombres” Aunque no se verbalice, este pensamiento late en la mente de muchos varones. La cultura, la educación y otros factores parecen haber transmitido una figura masculina que alcanza una mayor expresión en la medida en que logra su satisfacción y realización a expensas de la mujer, aplaudiendo así un pensamiento hedonista. Este concibe que la mujer debe participar del acto sexual siempre con la idea de complacer todos los deseos y caprichos del marido, aunque no estén de acuerdo con sus principios o ideas. Por lo regular la mujer de este marido nota su prisa en la relación íntima y no alcanza a experimentar la cima mediante el orgasmo. Todo esto solo confirma los trastornos emocionales y cómo se expresan en la cama. Dime cómo haces el amor y te diré cómo eres.
La respuesta sexual de un individuo está estrechamente ligada a la vivencia emocional. La forma en que fue criado y la conducta de quienes le rodean ante el sexo. El cerebro es el principal órgano sexual, no los ojos, el oído o los genitales.
Lo que nos enseñaron en nuestra casa, los patrones modelados por nuestros padres en su condición de pareja, lo que hemos escuchado de otros, el aporte de nuestro ambiente cultural, así como nuestros eventos del pasado, conforman o diseñan la maqueta de nuestros pensamientos y estructuran la actitud que tenemos en cuanto al sexo.
Una orientación influenciada por una o más experiencias negativas ajenas o propias, pueden causar severas heridas emocionales que disminuyan o inhiban el deseo sexual en un individuo. La misma anorgasmia está asociada en numerosos casos a mitos y tabúes sobre sexualidad adquiridos en la infancia y adolescencia.
Así que, si la actividad sexual es vivida como “pecado” o como una “tarea”, no contribuirá al bienestar general, y más bien puede traer problemas o quejas. Por el contrario, si se le reconoce como espacio de encuentro, de disfrute, de entrega, de cariños mutuos y compartidos, la intimidad sexual se torna lúdica, erótica y entretenida, y de este modo se convierte en un elemento de crecimiento para la pareja y para cada miembro en lo individual.
La relación sexual no es un simple acto físico. Envuelve también las emociones, la comunicación, la justicia relacional, el intelecto, el espíritu, etc. Visto desde el aspecto biológico es un modo de liberar el estrés, pero mucho más allá de esto, es un “darse” por completo, donde los elementos antes mencionados se unifican con el expreso propósito de proporcionar el pleno disfrute a la persona amada.
Posiciones en la alcoba
A fin de que el acto sexual sea verdaderamente placentero para la pareja, ambos deben estar de acuerdo tanto en su ejecución como en la forma de llevarlo a cabo. A menudo las variaciones en la forma de “hacer el amor” le agregan un tono que puede ser muy atractivo, si incrementa el disfrute. Esto se puede complementar con el uso de
tácticas para hacer el amor.
Es conveniente que la posición a utilizar sea realmente confortable para ambos. Hay cuatro posiciones que se consideran fundamentales y luego, una serie de variantes de estas.
Cara a cara o “la posición del misionero”, estando el hombre encima. Esta es la posición más utilizada en la sociedad. En esta el hombre asume el control en el acto sexual.
Cara a cara estando encima la mujer, conocida también como la posición de “la misionera”. Esta modalidad ofrece a la mujer una excelente oportunidad de expresar su sexualidad convirtiéndose en un agente más activo.
Cara a cara, lateral. Favorable en casos de obesidad, fatiga, enfermedad o estaturas disímiles.
Penetración vaginal por detrás. Básicamente en forma acostada, esta posición es muy útil para quienes pasan por estado convaleciente, embarazo avanzado o tercera edad, por su comodidad y lo descansado que resulta. Al mismo tiempo cabe aclarar que no siempre es tan fácil la introducción del pene.
¿Qué piden las mujeres de sus parejas antes, durante y después del acto sexual?
Antes del acto sexual:
Buen trato durante el día
Que te involucres en las tareas domésticas
Buena comunicación
Que le envíes señales reveladoras de tu intención
Bañarse juntos
Que la sorprendas de vez en cuando con un regalo, quizás alguna ropa íntima
Toque físico, caricias y juegos sexuales previos
Que la hagas sentir valorada, aceptada y respetada. Si no hay intimidad y justicia relacional no habrá deseo o se esfumará pronto
Uso de
juguetes para hacer el amor
Durante el acto sexual:
Escuchar una música motivadora y agradable
Que la elogien usando palabras tiernas y delicadas
Escuchar al oído un “te amo” y otras palabras similares
Que vayas despacio, que te tomes el tiempo para explorar todo su cuerpo
Que la esperes
Usar diferentes posiciones
Que estimules su clítoris, baja al pozo
Después del acto sexual
Quedarse abrazados
Conversar cosas bonitas
Ducharse juntos
Que no te duermas de inmediato
Que no le des la espalda (el famoso beso de los gluteos)
Que recuerdes que ella baja en paracaídas. Nada de salir corriendo a bañarte, a fumar o a ver tv.
¿Qué piden los hombres antes, durante y después del acto sexual?
Antes del acto sexual
Que tomes la iniciativa de vez en cuando
Que prepares el ambiente en la casa y/o habitación
Que te vistas con poca ropa, adecuada para la ocasión
Que evites temas desagradables
Un buen aseo personal
Que gimas mucho, esa es la brújula que los hace comprender que van bien
Durante el acto sexual
Que te concentres en el acto
Expresiones de cariño, como besos y caricias
Música adecuada
Que seas expresiva, activa y espontánea
Que digas lo que te gusta y lo que no (con diplomacia o puedes provocar que se caiga la erección)
Después del acto sexual
Que se repita, si se puede
Si te gustó, que se lo expreses
Aseo mutuo
Que lo dejes dormir
¿Y usted que piensa al respecto?
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