El enga\u00f1o es doloroso, pero mal har\u00edas en tildar a tu pareja de monstruosa por hacerlo. En un tri\u00e1ngulo amoroso, todos son responsables. Admitirlo es el primer paso para superar esta mala experiencia.<\/p>\n
Los seres humanos somos expertos en buscar culpables. Amamos ese jueguito que solo logra ver la paja del ojo ajeno y no ver la viga del nuestro. As\u00ed, siempre \u201clos otros\u201d \u2014y solo los otros\u2014, son culpables de lo que nos pasa. Por eso hablo de responsables.<\/p>\n
Cuando una paciente se sienta frente a m\u00ed destrozada porque su marido la enga\u00f1\u00f3. O cuando un hombre llega a mi consultorio destruido, sin \u00e1nimo ni de caminar, por la misma raz\u00f3n, ambos buscan que les diga algo parecido a esto: su pareja es un demonio, un desgraciado y es el \u00fanico culpable de todo. Grave error. Cuando hay una aventura amorosa, ambos miembros de la pareja tienen que asumir cierta responsabilidad.<\/p>\n
Esto no quiere decir que quien enga\u00f1a es un angelito con alas, que no fue desleal, que no traicion\u00f3, hiri\u00f3 y abus\u00f3 emocionalmente de su pareja. Dios me libre de alabar tal conducta o minimizar su importancia. La infidelidad duele y hace da\u00f1o. Tanto a los que sufren sus consecuencias, como a quienes disfrutan su locura. Como dice la canci\u00f3n, en una relaci\u00f3n de tres nadie sale ganando. Siempre todos salen perdiendo.<\/p>\n
Lo que deseo es comunicar que nuestra conducta est\u00e1 motivada por la de los dem\u00e1s, y a su vez mueve la conducta de los que nos rodean. Vivimos en sistemas. La familia, la pareja, el lugar de trabajo y la sociedad son sistemas relacionales y una de sus caracter\u00edsticas es que todo lo que hago influye al otro. Y a su vez, todo lo que el otro hace me influye, aunque yo no lo desee. Si mi pareja est\u00e1 de mal humor, me afecta. Si mis padres viven peleando y soy una adolescente, me afecta. As\u00ed como nos afectan los problemas econ\u00f3micos, pol\u00edticos y sociales del pa\u00eds donde vivimos.<\/p>\n
La pareja es un lugar de comunicaci\u00f3n. Una cosa soy yo como persona, y otra es mi relaci\u00f3n de pareja. Ese \u201cnosotros\u201d es un ente vivo, crece y se desarrolla. Cuando dos personas est\u00e1n bien, no cabe un tercero. A menos que esa persona sea un infiel compulsivo, como el Don Juan, Play Boy o una mujer seductora, etc\u00e9tera.<\/p>\n
Miles de razones llevan a esto: crisis de mediana edad, b\u00fasqueda de comprensi\u00f3n, liberar la tensi\u00f3n en la pareja\u2026 Lo importante es destacar que nadie tiene una aventura para da\u00f1ar al otro (solo cuando es venganza), y todos estamos en riesgo de hacerlo. Lo que s\u00ed sabemos es que la aventura es un s\u00edntoma, un esfuerzo por salir de la ansiedad generada por los problemas no resueltos en la pareja. Recuerda: el coraz\u00f3n tiene razones que la raz\u00f3n no entiende.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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