El mundo moderno se plantea esta pregunta m\u00e1s que nunca. La humanidad, en su mayor parte, est\u00e1 muy preocupada por las relaciones de pareja y con los hijos, por ser buenos padres, m\u00e1s felices y completos.<\/p>\n
Los estudios indican que la gente quiere orientaci\u00f3n y conocer c\u00f3mo vivir mejor. Esto ser\u00e1 dif\u00edcil sin desarrollar un nuevo masculino. Aunque en Afganist\u00e1n y en ciertos pa\u00edses las mujeres anden con las caras cubiertas y sean consideradas menos que un perro callejero, \u00e9sa no es la situaci\u00f3n hoy d\u00eda en otras partes del mundo.<\/p>\n
La mujer ha cambiado, el mundo ha cambiado. Necesitamos un nuevo masculino, pero, \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 el nuevo hombre que esta nueva mujer necesita? Ellos tienen que caminar hasta d\u00f3nde nosotras hemos llegado, pero a\u00fan estamos muy atrasados en lo que a relaci\u00f3n hombre-mujer se trata. De ah\u00ed mi pregunta: \u00bfPueden los hombres amar?<\/p>\n
Walter Riso, en su libro \u201cIntimidades Masculinas\u201d, nos dice: \u201cLa evidencia psicol\u00f3gica muestra que la gran mayor\u00eda de los hombres civilizados estamos inmersos en una cantidad de dilemas obstaculizantes que no poseen las mujeres. Muchas veces no solo no sabemos qu\u00e9 hacer con el amor, como si quemara, sino que no hallamos la forma de entrar en \u00e9l sin tanta carga negativa\u201d.<\/p>\n
El hombre, para poder amar en este siglo, tiene que aprender nuevas formas de relacionarse con su pareja. A su vez, es urgente \u201cdesaprender\u201d otras formas antiguas de comportarse con ella. Demoler las viejas costumbres y las barreras que no lo dejan amar.<\/p>\n
Walter Riso dice que tres conflictos determinan la vida amorosa masculina. A su juicio, la gran mayor\u00eda de los hombres no lo han resuelto todav\u00eda:<\/p>\n
1) El desbalance entre sentimientos positivos y negativos impiden al hombre acceder a la ternura, ya que es incompatible con la agresi\u00f3n. No pueden existir a la vez en el var\u00f3n. Desde peque\u00f1o hemos ense\u00f1ado a nuestros hijos la conducta agresiva-destructiva: \u201cLos hombres no lloran, son fuertes, eso no es
\nde machos, los juegos agresivos son de varones, van a la guerra, pelean en la calle, etc\u00e9tera\u201d. Hemos adormecido en los hijos de Ad\u00e1n la conducta cari\u00f1osa y constructiva.<\/p>\n
2) La sociedad le impone \u201cno ser femenino\u201d. Jam\u00e1s parecerse a las mujeres. O sea, hemos confundido lo masculino con \u201cno ser femenino\u201d.<\/p>\n
3) La dificultad de entregarse a los hijos con el lado maternal que todo hombre tiene. Para muchos varones, ser padres es sentir miedo y una gran responsabilidad. Le hemos negado el disfrute de la bendici\u00f3n que supone ser padre.<\/p>\n
La sociedad y la familia hemos creado esta situaci\u00f3n. Por ende, debemos ser nosotros los que cambiemos este lastre que tienen los hombres. Lo contrario no es justo ni para ellos ni para nosotras\u2026 Y, lo peor, es que quienes m\u00e1s lo sufren son nuestros hijos. Hay que parar, hay que educar. No lo estamos haciendo bien.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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