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Vimos en la entrega anterior\u00a0 que al hombre se le exige fuerza f\u00edsica, ser valiente, tener un cuerpo musculoso, no llorar, soportar dolor, no expresar sus emociones, ser seguro de s\u00ed mismo, autoritario y dominante. Pero nada de eso le ayuda a la hora de formar pareja y familia.<\/p>\n
El hombre ya no tiene que matar dragones, ni salvar princesas. No hace falta que salga a cazar para que ella y sus hijos coman. No hay leones, ni fieras nocturnas que amenacen su cueva.<\/p>\n
Necesitamos que los hombres pasen a ser l\u00edderes y se olviden de su cacareada fuerza masculina, que adem\u00e1s no es realmente fuerza, sino algo m\u00e1s de fuerza f\u00edsica que la mujer.<\/p>\n
Walter Riso nos recuerda que \u00abla nueva masculinidad no exige tanto. Un hombre d\u00e9bil puede ser tan varonil como femenina una mujer fuerte. Para ser varones no tenemos que colgarnos de los pulgares, ni rompernos la espalda levantando pesas, ni soportar estoicamente las angustias, ni asumir el papel de un decadente Rambo, un imperturbable Hombre Malboro, o un atl\u00e9tico e ins\u00edpido Sans\u00f3n. Basta con que dejemos traslucir lo que de verdad somos, sin pretender vender una idea distorsionada de lo esencialmente masculino. Tenemos el derecho a que la natural fragilidad que anida en cada uno de nosotros haga su aparici\u00f3n y a no sentir verg\u00fcenza por ello. Al que no le guste, que no mire.\u00bb<\/sup><\/a><\/p>\n En mi consultorio hablaba con muchos hombres con miedo e inseguridad por ser sensibles o delgados. \u00a1Al punto de que no iban a la playa por no tener un cuerpo atl\u00e9tico! Ten\u00edan \u2018mala suerte\u2019 con las mujeres, porque no reun\u00edan las condiciones de \u201ch\u00e9roe rescata princesas\u201d. Desde peque\u00f1os, les inculcamos a nuestros hombres ser h\u00e9roes. Desde Superman hasta Robocop, la infancia masculina est\u00e1 plagada de mensajes de este tipo.<\/p>\n De acuerdo a Walter Riso<\/sup><\/a>, m\u00e1s que ser muy fuerte, el hombre que sigue estas \u00abl\u00edneas\u00bb que la sociedad le inculca, termina sufriendo de tres miedos b\u00e1sicos.<\/p>\n Estos tres grandes miedos acompa\u00f1an a los \u00abhombres fuertes\u00bb que no han entendido que el nuevo masculino les permite ser ellos mismos, ser congruentes con sus sentimientos, disfrutar la intimidad, la ternura, ser verdaderos padres y compa\u00f1eros de su pareja. En fin, vivir.<\/p>\n Vivir nada tiene que ver con competir, triunfar, ganar y mandar, cosas en las que estos hombres aterrados por el miedo, son expertos. Son quiz\u00e1s esos miedos los que los llevan a consumir alcohol y drogas, a tener una conducta peligrosa y arriesgada, como manejar sus carros a gran velocidad y ser m\u00e1s agresivos. Por algo casi siempre mueren antes que las mujeres.<\/p>\n Lo que se necesita es firmeza, no agresividad. Inteligencia emocional, no fuerza f\u00edsica. Amor, no odio. Paz en vez de tragedia, guerra y muerte.<\/p>\n \u00bfEs el hombre el sexo fuerte? Definitivamente no, gracias a Dios.<\/p>\n Te recomiendo esta lectura: Lo que toda mujer debe saber acerca de los hombres: La afectividad masculina<\/a><\/p>\n <\/sup><\/a> Riso, Walter. Intimidades masculinas. Grupo Editorial Norma. 2003.<\/p>\n\n