{"id":2672,"date":"2015-01-05T16:44:50","date_gmt":"2015-01-05T16:44:50","guid":{"rendered":"https:\/\/nancyalvarez.com\/?p=2672"},"modified":"2023-04-02T14:33:01","modified_gmt":"2023-04-02T18:33:01","slug":"elogio-la-mujer-brava","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/dranancy.com\/elogio-la-mujer-brava\/","title":{"rendered":"Elogio a la mujer BRAVA"},"content":{"rendered":"

Escrito por Hector Abad<\/strong><\/p>\n

Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.<\/p>\n

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la poblaci\u00f3n masculina, nos molestan las mujeres de car\u00e1cter \u00e1spero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arp\u00edas, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desaf\u00edo al poder masculino que hasta hace poco hab\u00edamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.<\/p>\n

La hembra con la que so\u00f1amos, un sue\u00f1o moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todav\u00eda infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simp\u00e1tica y diga frases amables, que jam\u00e1s reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisi\u00f3n, al final de los noticieros, siempre a un mil\u00edmetro de quedar en bola, con curvas incre\u00edbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposici\u00f3n, en apariencia como si nos dijeran \u201cno m\u00e1s usted me avisa y yo le abro las piernas\u201d, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de l\u00edquidos seminales, entre gritos rid\u00edculos del hombre (no de ellas, que requieren m\u00e1s tiempo y se quedan a medias).<\/p>\n

A los machistas j\u00f3venes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos so\u00f1ando, m\u00e1s bien, con jovencitas perfectas que lo den f\u00e1cil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, rega\u00f1an, contradicen, hablan y s\u00f3lo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar \u00f3rdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian m\u00e1s, saben m\u00e1s, tienen m\u00e1s disciplina, m\u00e1s iniciativa y quiz\u00e1 por eso mismo les queda m\u00e1s dif\u00edcil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.<\/p>\n

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitir\u00edan porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ah\u00ed -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos se\u00f1alen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relaci\u00f3n entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o m\u00e1s) entonces ellas tambi\u00e9n se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo m\u00e1s grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dar\u00e1 rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.<\/p>\n

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veintea\u00f1eras (mir\u00e9monos el pecho tambi\u00e9n nosotros y los pies, las mejillas, los poqu\u00edsimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia \u00fatil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser m\u00e1s felices, ellas te lo dar\u00e1n, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que so\u00f1amos, un sue\u00f1o que cuando se realiza ya ni sabemos qu\u00e9 hacer con todo eso.<\/p>\n

Los varones machistas, somos animalitos todav\u00eda y es in\u00fatil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia all\u00e1 nos impulsa, como aut\u00f3matas. Pero si logramos usar tambi\u00e9n esa herencia reciente, el c\u00f3rtex cerebral, si somos m\u00e1s sensatos y racionales, si nos volvemos m\u00e1s humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las m\u00e1s desafiantes y por eso mismo las m\u00e1s estimulantes, las m\u00e1s entretenidas, las \u00fanicas con quienes se puede establecer una relaci\u00f3n duradera, porque est\u00e1 basada en algo m\u00e1s que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.<\/p>\n

\u00a1Vamos hombres, por esas mujeres bravas!<\/p>\n

Escrito por\u00a0Hector Abad<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Escrito por Hector Abad Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la poblaci\u00f3n masculina, nos molestan las mujeres de car\u00e1cter \u00e1spero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arp\u00edas, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":2673,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"rank_math_lock_modified_date":false,"footnotes":""},"categories":[115,10,23],"tags":[],"class_list":["post-2672","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-asi-piensa-nancy","category-diferentes-autores","category-sin-categoria"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2672"}],"collection":[{"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2672"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2672\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":9596,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2672\/revisions\/9596"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2673"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2672"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2672"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/dranancy.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2672"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}