Casi siempre repetimos “patrones” al elegir pareja o de quienes nos enamoramos. Tenemos un “modelo” para nuestras relaciones que parecemos incapaces de romper. Uno de esos patrones es enamorarse de personas que no nos quieren o no pueden comprometerse con nadie. O sea, enamorarnos de personas que no están DISPONIBLES porque están emparejados, recuperándose de una mala relación anterior, temerosos de comprometerse o bien no nos aman lo suficiente como para empezar una relación seria. ¿Por qué seguimos escogiendo a personas que no pueden amarnos?
Este es uno de los modelos más dolorosos y autodestructivos. La persona hace la elección y no puede culpar a su pareja. Esto pasa porque todos tenemos áreas de nuestra vida donde somos retados y donde nuestra mochila emocional del pasado nos torna vulnerables.
Puede sentirse inclinado a escoger parejas que no están disponibles si sufrió:
* Abandono durante la niñez. Si cuando era niño se sintió abandonado por su padre o su madre. Así es muy posible que ese niño al crecer busque parejas que tampoco puedan estar a su lado llevándolo a sufrir
ansiedad por separación,
depresión,
problemas de pareja.
* Baja autoestima. Si ha crecido en un hogar disfuncional que anuló su autoestima porque le criticaban siempre, le ignoraban o abusaban, casi siempre sentirá que no merece tener un compañero sólo para sí, de modo que se quedará con el que pueda conseguir.
* Miedo a la intimidad. Mantener una relación con una pareja que no está disponible es un excelente modo de evitar la verdadera intimidad. Si abusaron de ti sexual o psicológicamente cuando eras niño y no respetaron las fronteras de tu intimidad o bien tomaste la decisión, cuando eras joven, de que no permitirías que nadie estuviera lo bastante cerca de ti para herirte nuevamente, te puede parecer conveniente escoger parejas con quienes nunca establezcas un verdadero compromiso. Es una forma inconsciente de protegerte del dolor.
El abandono durante la niñez, la baja autoestima y el miedo a la intimidad pueden generar, entre otras, tienen que ser resueltos en terapia individual o
terapia de pareja.
El primer requisito que debe cumplir tu pareja es el de estar disponible. ¿Esto qué quiere decir?
Una persona que está disponible es libre para establecer una relación. No mantiene una relación con otra persona. Soltero, sin compromiso, sin noviazgo formal. Que no se acueste con otra persona. Solo, todo para ti.
Los siguientes NO SON ejemplos de una pareja disponible:
Con alguien… pero promete que “la o lo dejará muy pronto”.
Con alguien… pero “en realidad no la o lo ama”.
Con alguien… pero ya “no tienen relaciones sexuales”.
Con alguien… pero dice que sólo esta ahí “por los niños”.
Con alguien, pero le ha hablado a ella o él de ti y “no hay ningún problema”.
Con alguien… y “no piensa abandonarla(o), pero sigue queriendo tenerte cerca”.
Acaba de dejar a alguien, “pero podría volver con él o ella”.
Ponle un ‘SE VENDE’ a gente casada, que tiene otra relación o que no está interesada en comprometerse.
Si este es tu modelo o patrón cuando te enamoras, te ofrezco cinco herramientas que te ayudarán a romper ese hábito:
- Busca ayuda profesional
- Asiste a entrenamientos que te ayuden a crecer
- Sana las heridas de la niñez
- Haz cartas para SACAR el dolor de tu vida y perdonar
- Humaniza a quienes te abusaron, abandonaron y maltrataron.
¡Se puede!