Según mi gran amigo, el Dr. Carlos Lugo, ido a destiempo por causa del maldito Covid-19 (días después de grabar el show “Dra. Nancy”), estas serían las posibles razones de que un marido se vaya con otra:
- Falta de sexo, debido a muchas cosas, falta de tiempo, trabajo excesivo, depresión, conflictos…
- Falta de una comunicación adecuada. La pareja es comunicación, no existe una sin la otra.
- Falta de atención, de comprensión y de expresión del afecto
- Cuando la mujer gana más o brilla más.
En la crisis de la tercera edad, los hombres buscan nuevas aventuras para creerse “más vivos”, sobre todo con jovencitas. Aquí influye mucho el miedo que los arropa, o sea, el miedo a perder sus erecciones.
Los pleitos de las mujeres implicadas deben ser evitados, porque solo traerán más conflicto y cero soluciones. El terapeuta debe trabajar la autoestima del cónyuge en ganado. Como dice Walter Riso, la infidelidad es un rayón en el disco duro de la computadora (el cerebro).
Está bien llorar y pasar las etapas del duelo, escribir cartas que nunca se mandan, pero que ayudan a sacar la rabia. Vivir su duelo y entender que “más p’alante vive gente, en casa de concreto y hasta con vistas al mar”.
No olvide su dignidad, y repita como un mantra: el amor no se ruega, a veces el amor acaba.
Antes de buscar otra relación, hay que entender por qué elegiste a esa pareja. Por lo general, seguimos patrones muy profundos, aprendidos desde la niñez. Hay que conocerlos para superarlos y, en el futuro, elegir bien para no repetir la rueda malvada.
Pasar factura no conduce a ninguna parte. Si por molestar o vengarse de su marido, se acuesta con otro, solo se sentirá mal consigo misma, y usada. La rabia y los insultos solo lograrán que le suba la presión. Mantenga la calma, haga ejercicios, medite.
Recuerde los problemas de la menopausia, pero a favor están la información y lo que descubrió el estudio del Dr. Francisco Cabello sobre el deseo sexual. La sexualidad ha cambiado. La mujer es más infiel que antes, está más informada y no depende económicamente del otro.
No permitas el temor a fracasar de nuevo. La mujer debe confrontar al hombre y abordarlo de frente. Quedarse callada no mejora nada, más bien ayuda a fortalecer la pareja que existe fuera del matrimonio.
Después de una infidelidad se puede fortalecer el matrimonio, si se trabaja y aún se aman. Si va a terapia, recuerde una regla de oro: evite dar detalles sobre la relación pasada. Eso nunca se discute, no caiga en ese gancho.