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Mascarillas, sexualidad, aborto: Zapatero a tus zapatos

Por la Dra. Nancy Álvarez

 

El mundo, definitivamente, está loco. Abogados, jueces y políticos se creen los dueños. Por algo la mayoría de los políticos son abogados. Nosotros somos los responsables. ¿Qué hace un juez o abogado hablando y haciendo leyes sobre sexualidad, manejo de niños en un divorcio o decidiendo sobre el aborto? Ellos no saben absolutamente nada de eso.

¿Qué saben de medicina los políticos? De nuevo, nada. Pero, en EEUU, el uso de la mascarilla es y ha sido un asunto político. Si usabas mascarilla, no apoyabas a Trump, en medio de una pandemia donde ni los médicos sabían casi nada. Yo viví la frustración de mi esposo. Él tiene varias especialidades en medicina tradicional (neumólogo), experto en cuidados intensivos, internista y experto en sueño, además de pionero en EEUU en células madre, medicina regenerativa y anti envejecimiento.

Veíamos en televisión los disparates que se decían, por ejemplo, para que no se usara la mascarilla. Esos mismos “expertos”, después dijeron que su utilización era primordial.

También lo vi sufrir ante los supuestos “tratamientos” para el maldito virus, que, junto a Putin, nos tiene locos a todos. Los medicamentos se cambiaban casi con la misma frecuencia que la ropa interior, porque ninguno servía para nada.

Perdonen que no mencione el nombre del virus. Ya TikTok, YouTube, Instagram, Facebook y todas las redes me han vuelto alérgica a su nombre, ya que nos prohíben decirlo. Nos castigan si hablamos sobre esto, aun siendo profesionales que sí sabemos del tema, y no políticos, gracias a Dios. ¿A dónde se fue la primera enmienda de la Constitución de este país que habla de la supuesta libertad de expresión? Con razón, cada vez más me siento en la Cuba de los Castros o en la China comunista.

Ahora, el gobernador de Florida se ha convertido en sexólogo, psicólogo, médico y terapeuta familiar. Cuando más o menos pega, como prohibir que se hable a niños pequeños sobre temas que no entienden ni ayudan a nada, además impartidos por gente que no está preparada, y sin incluir a los padres, más o menos estoy de acuerdo.

Aunque faltó, como siempre, una revisadita de los psicólogos infantiles y sexólogos bien preparados. Acepten que estos temas son muy delicados y que muy pocos conocen bien la mente de un niño. ¡Por Dios! Ahora se mete con una ley horrible sobre el aborto. ¡Qué desastre! Debería aprender español para hablar conmigo, antes de meter la pata tan seguido.

En resumen, necesitamos que la gente sepa a quién hacerle caso. Es una locura que una jueza diga una cosa sobre las mascarillas, los que están al frente de la salud digan que sí y es el presidente quien termina el tejemaneje al decir: “se hará lo que diga el CDC (los realmente encargados de estos temas). O sea, zapatero a tus zapatos.