Los nacionalistas de mi país son muy especiales,
Celebran el cuatro de julio con júbilo,
Thanksgiving y Halloween junto a su familia,
Prefieren el Pavo seco y desabrido, al Cerdo jugoso y sabroso
Tienen visado o residencia en Estados Unidos,
Algunos incluso se han nacionalizado.
Viajan dos o tres veces al año de compras o vacaciones.
Caminan por la Quinta Avenida
Se detienen y se distraen en el Central Park
El teatro en Broadway, “¡eso sí que es teatro!”
Es común verlos llevar a sus hijos y nietos a Disney Word
No dejan de ir a los museos sobre todo al de Cera.
Dicen que nada es mejor que “un verano en Nueva York”
O un invierno en Colorado para ver la nieve y esquiar.
Jugar en los Casinos de Las Vegas,
Hacer un City Tours por Los Ángeles
y detenerse en Hollywood.
Los nacionalistas de mi país son muy especiales,
Les gustan los “hot dog”, las “hamburguesas” y la “pizza con pepperoni”,
Se les ve frecuentemente en Kentucky Fried Chicken, Burger King o McDonald’s,
La chatarra es su alimento.
Tienen seguro médico internacional con avión ambulancia incluida
Sus hijos estudian en colegios “bilingüe”,
(Más inglés y cultura anglosajona que español. Creole, ni en broma)
Van a universidades norteamericanas,
Preferiblemente, a Harvard, en Boston Massachusetts,
donde hacen maestrías y doctorados.
Los nacionalistas de mi país son muy especiales,
Levantan consigna contra la invasión “pacifica” haitiana,
Hacen caravanas y mítines frente al Congreso,
Los dominicanos de ascendencia haitiana no tienen derechos.
Le niegan educación, alimentación, trabajo, vivienda digna y salud
Los negros de ascendencia haitiana no son dominicanos,
Son apátridas.
Los nacionalistas de mi país son muy especiales.
Odian a los negros de Haití o de aquí,
Pero cierran los ojos y se tapan la nariz
cuando los ven mendigando en las calles,
trabajando en la construcción,
en las plantaciones agrícolas y en los polos turísticos,
como esclavos del siglo 21.
Los nacionalistas de mi país son muy especiales.
El embajador estadounidense es un procónsul,
admirado, querido y respetado,
no importa si es blanco o negro,
homosexual, heterosexual o bisexual,
católico o protestante.
¡Es el Embajador!
El de Haití, para ser buen diplomático,
no debe dejarse ver mucho,
no asistir a las recepciones
Y si lo hace, que no hable.
Sordo, ciego y mudo, es mejor.
Pasar sin pasar,
como una sombra.
Los patriotas dominicanos están al acecho.
Los nacionalistas de mi país son muy especiales.
Fueron y siguen siendo Trujillistas
respaldaron la matanza de haitianos del 37
fueron y siguen siendo Balagueristas
respaldaron sus fraudes electorales sus crimines.
Apoyaron el golpe de Estado del 63 contra Bosch,
la intervención militar norteamericana del 65
y el fusilamiento del coronel Caamaño en el 73.
Los nacionalistas de mi país son muy especiales.
Los amo, pero no de corazón.