Los medios de comunicación inciden fuertemente en la conducta de los niños, sobretodo en la agresividad, según diversos estudios realizados. Los niños son como esponjas y copian, absorben, aprenden todo lo que ven. Aunque esto es una realidad, si la familia es estable y da una verdadera formación, la influencia puede ser contrarrestada, hasta cierto punto.
El aumento de la violencia en el mundo confirma una vez más que la familia necesita ayuda urgente, ayuda que no se le está brindando. Ese niño expuesto a la violencia de la televisión, los videos juegos, las películas, etc. es casi seguro que no tiene con quien hablar sobre eso, a quien preguntarle, con quien aclarar sus confusiones.
¿Con papá, por lo general ausente…y que cuando está en la casa, casi siempre sigue ausente?
Porque para no ser un padre que está pintado en la pared tiene que involucrarse en la crianza de sus hijos, debe mantener un vínculo fuerte de afecto, de amor, de solidaridad, con ese hijo. La mayoría de los padres son padres de domingo, para llevar los hijos a comer algo o al cine, aún los que viven en la casa son padres de pacotilla…ni que decir de los divorciados y los irresponsables (la mayoría de los divorciados se divorcian también de sus hijos).
¿Con mamá, que para lograr que sus hijos coman tiene que trabajar como una esclava y asumir sola todas las responsabilidades que implica un hogar y unos hijos?
No existe una verdadera toma de conciencia, de cómo la sociedad esta obligada, al igual que el gobierno, a venir en auxilio de estas mujeres y estos niños.
La inmensa mayoría de los hogares tiene una mujer como cabeza de familia, sin embargo son las mujeres las que menos ganan en el mundo entero, aún hagan el mismo trabajo que los hombres.
No hay suficientes guarderías para que las madres puedan trabajar tranquilas y estos niños no sean violados y abusados por los antisociales del barrio. Hay niños que tienen que cuidar a otros niños, a otros los dejan trancados en la casa hasta que la mamá vuelva…no hay quienes lo cuiden, ni quienes lo guíen.
¿Qué demonios de sociedad es esta, hacia donde creemos que vamos?
Esos niños están expuestos a películas, muñequitos y programas violentos . Los productores de televisión, de cine, tienen que comer, díganmelo a mí, que perdí más de un millón de pesos tratando de educar a mi país, pero hay una verdad como un templo: violencia engendra violencia.
¿Sabe cuántas escenas de crímenes ven los niños antes de tener 7 años?
La conducta agresiva se aprende. Después no nos sorprendamos de las matanzas en las escuelas. Todos somos responsables, debemos hacer algo, apagar el televisor o cambiar de canal cuando haya violencia. No regalar juguetes violentos. No llevar a los niños a ver esas películas, ni a jugar esos juegos horrorosos… ¡todos podemos hacer algo, pero ya!