Decía mi amigo y profesor, Jaime Rijo (ido a destiempo de esta dimensión), que la amistad era una relación de pareja “des-sexualizada”. Es por esto que es bien cuesta arriba tener una buena pareja sino tenemos con ella una buena relación significativa, es decir de amistad. Más que hablar de Cupido y su flecha, quiero referirme a la verdadera forma de relacionarnos respetando y aceptando al otro. Dejándolo ser sin criticarlo, ni maltratarlo. Ayudándole a crecer, estando cerca sin invadir, teniendo una verdadera relación íntima donde puedo ser yo sin miedo a ser juzgado o rechazado. Doy en la medida que recibo, puedo confiar y tengo un fuerte compromiso con esa persona. Eso es solo parte de lo que es y debe ser una relación significativa y su influencia en la estabilidad de la pareja y de las verdaderas relaciones en general. Es determinante. De hecho, todo ser humano debería tener al menos cinco relaciones significativas para estar bien emocionalmente. Esta debe ser con la pareja, familiares y amigos.
Según los expertos, “la esencia de cualquier relación significativa descansa sobre dos columnas; la capacidad para asumir compromiso y la capacidad para confiar. Una relación significativa es como un techo que está sostenido por dos columnas, cualquiera de las dos que deje de estar o se quiebre provocará que el techo se derrumbe. El vínculo que une a estas dos columnas es la reciprocidad. Para que la reciprocidad no se convierta en un instrumento de injusticia debe darse en equilibrio (dar en medida que se recibe, con justicia relacional). Las personas que no están dispuestas a comprometerse y que no son dignos de confianza nunca serán consideradas por los demás como opción para desarrollar una relación significativa. Usted está en una relación, tanto para dar, como para recibir”.
¿Qué es una relación significativa?
Una relación significativa es aquella en la cual usted puede desnudarse en todo su ser. Es decir, en esta relación puedo ser yo, no tengo que asumir poses, caretas, ni mucho menos mentir. En ella usted se siente seguro, validado, reconocido, escuchado y acompañado. Esa persona, con amor y ternura, y a veces con enojo, le pone un espejo para que usted se vea tal cual es en ese momento. Se dicen la verdad sin maltratarle, ni descalificarle. Y, a pesar de que en un momento determinado no estén de acuerdo, aún así, siguen caminando juntos. Como siempre digo, “para comprenderte no tengo que estar de acuerdo contigo”. Cada uno sabe que el otro(a) tiene el derecho a tener más relaciones significativas. No se sofoca al otro(a). Cada encuentro termina con la seguridad, para ambas partes, de que soy especial para el otro(a) y que él (ella) es especial para mí. Pero ¡alerta! Recuerde que también es un ser humano.
Las relaciones significativas no se miden por la cantidad de personas que se tiene alrededor, sino más bien, por la calidad y profundidad con que éstas se desarrollan. Normalmente, ese grupo no pasa de cinco personas. Usted no tiene que ser un “súper-héroe (heroína)”, ni tiene que ser un ícono de las relaciones significativas. No se preocupe por cuántas tienes y cuántas le faltan para llenar su “cuadro de honor”. Si puede aumentarlas, bienvenidas sean, pero no genere
ansiedad generalizada
por ello. Ese no es el objetivo. Céntrese en fortalecer y solidificar las que tiene. ¡Eso es lo importante!
¿Qué ocurre cuándo no tenemos relaciones significativas en nuestra vida?
- Una fuerte sensación de vacío y de soledad.
- Una disfunción que se manifestará en el contacto que tendremos con los demás.
- Una crisis emocional que puede terminar en tragedia. El suicidio, ya sea físico o emocional-espiritual.
Por nosotros y por los demás, es necesario tener relaciones significativas. Tenerlas es signo de salud y bienestar. ¡Cuidado con quienes no las tienen! Repito, ¡Mucho cuidado! Es probable que se haya tenido una experiencia desagradable o desgarradora en esta área de la vida que lo haya marcado como para no volver a confiar. Ese temor es legítimo y natural, pero no debe convertirse en ley de vida. Si ese fue su caso, aún así, se merece una oportunidad.
Recuerde que:
Las relaciones significativas se desarrollan con personas. En estas relaciones no hay sexo. Es decir, que su persona significativa puede ser tanto un hombre como una mujer. Es completamente falso el prejuicio de que no se puede desarrollar una relación significativa con una persona del sexo opuesto. Nuestra pareja debe ser una relación significativa y nuestros verdaderos amigos también. Por último, hay muchos estudios que afirman que para estar bien emocionalmente, necesitamos por lo menos cinco relaciones significativas en nuestra vida. El no tenerlas puede generar
ansiedad generalizada
,
depresión
, vacíos emocionales que se llenan con drogas, sexo compulsivo, comportamientos obsesivos, etc. Todo esto puede generar la necesidad de recibir
ayuda psicológica
. ¡Así que a cuidar sus relaciones significativas!
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