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The Post, la importancia de la libertad de prensa

«Hacer lo correcto, aunque afecte mis intereses o los de mis amigos”.

Vivimos en un tiempo en el que muchos llegan al colmo de cuestionar la necesidad de la libertad de prensa. Convivimos en este siglo donde se han callado y amordazado a tantos periódicos en el mundo, sobre todo en América Latina y en particular en Venezuela. Ya nos resulta común que se asesinen periodistas como mosquitos ante un mundo indiferente donde ya matar se ve como algo natural. En este mundo de hoy en día, nada sorprende. Basta ver los videojuegos con los que se entretienen y “juegan” nuestros niños.

The Post

Es este un mundo anestesiado e hipnotizado por la violencia, el narcotráfico, la corrupción y la impunidad. Y en medio de esto, surge como una hermosa paloma o una rosa roja, The Post.

Y como cuando paseamos por el bosque o a la orilla de una hermosa playa, nos despierta la realidad de la grandeza de Dios y el Universo nos hace creer que vinimos al mundo a otra cosa muy diferente a la que nos quieren vender estos payasos mal llamados políticos. Nos recuerda que somos seres humanos y que existe TODAVÍA gente valiente, honesta y vertical, que no negocian sus creencias, ni sus principios. Seres auténticos, no pseudo seres que andan robando, matando, vendiendo su conciencia y buscando la aprobación de los demás sin entender que “solamente lo barato, se compra con el dinero”.

Gracias The Post, por devolverme por una hora y algo al mundo en el que creo, por darme la esperanza de que podemos salir del caos en el que estamos viviendo.

La libertad de prensa está al servicio de la sociedad, NO AL SERVICIO DE LOS INTERESES POLÍTICOS, NI DE LOS GOBIERNOS. Quisiera gritar esto hasta quedarme sin voz y que el mundo entero lo escuchara.

“UNA COSA NO ES JUSTA POR EL HECHO DE SER LEY. DEBE SER LEY PORQUE ES JUSTA.”

Estoy cansada de políticos sinvergüenzas, casi todos abogados (me perdonan los abogados serios, que sí los hay) esgrimiendo “LA LEY” que ellos mismos violan constantemente, como si la ley estuviera por encima de los seres humanos, de la justicia, de la verdad, de los principios y valores para lograr sus objetivos oscuros y salirse con la suya, ante un pueblo anestesiado, que no hace nada.

Si las mujeres se guían por sus principios, no permiten que las manipulen y desarrollan un ser auténtico, pueden lograr grandes victorias tal como lo hizo Katharine Graham. Esta señora que por casualidad se vio en una encrucijada donde había que pensar en el bien común, no en sus amigos y en sus intereses.

Los valores no cambian con el tiempo y cuando no nos guiamos por ellos, ocurre lo que estamos viviendo hoy en día. The Post merece un Oscar y un aplauso de pie. QUE LA FUERZA LA ACOMPAÑE…y no se olvide de nosotros.

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