Escrito por: Aurora Badillo Calderón
El orden es el perfecto equilibrio entre la forma y el contenido
El universo es un gran sistema formado por un conglomerado infinito de subsistemas que funcionan porque todos responden a una ley universal: el orden.
El orden cósmico permite que la naturaleza sea un ente inteligente que coordina múltiples procesos a la vez. En todo sistema, cada componente sigue reglas claras. Por eso existen los ecosistemas que hacen posible la vida. Gracias a ese orden, las comunidades evolucionan desarrollando cualidades que les permiten sobrevivir a condiciones inhóspitas.
A menudo confundimos orden con rigidez. Por el contrario, el orden es sinónimo de armonía, del fluir elegante. El orden es lo que posibilita que los diversos instrumentos que conforman una sinfónica puedan unir sus esfuerzos enérgicos en algo tan bello, sutil y variante como es una sinfonía. Es el ingrediente mágico que hace que dos instrumentos tan diferentes como los platillos y el violín puedan ser partes complementarias de una misma pieza musical.
En la filosofía japonesa uno de los principios de la calidad es “seiton” que significa mantener una cultura de orden en lo que se hace y en lo que se piensa.
En la familia siempre se establecen rutinas de manera consciente o inconsciente que generan orden o desorden. Por eso resulta oportuno detenernos un momento a pensar en qué hábitos tenemos en casa y si estos aportan orden a nuestras rutinas. El orden trae consigo reglas claras, comportamientos esperados y niños más seguros de sí mismos.
El orden de los espacios en los que nos desarrollamos nos ayuda a pensar de manera más organizada y por lo tanto a tener pensamientos de calidad con los que podemos coordinar mejor nuestras ideas y encontrar con mayor facilidad soluciones a los desafíos cotidianos.
El cuerpo es un sistema organizado que cuando trabaja con orden goza de buena salud.
Así mismo, una jerarquía organizada ayuda a que cada miembro de la familia conozca sus derechos y funciones, se identifique con su rol y disfrute de su espacio individual.
¿Cómo desarrollar hábitos que aporten orden a nuestra vida? Este ejercicio sencillo y poderoso te ayudará:
- Escoge un aspecto de tu vida que entiendes que requiere orden, puede ser tu rutina matutina, la manera en que están dispuestos los muebles y objetos en casa, el modo en que los miembros de la casa comparten la comida, etc.
- Cierra los ojos por un momento y repite en tu cabeza la escena, luego abre los ojos y describe en un papel todos los detalles
- Luego piensa en cinco maneras diferentes en que podrías hacer mejor eso mismo con tus posibilidades reales. Cuando dejamos de hacer las cosas de manera automática y reflexionamos sobre ellas podemos hacer mejoras significativas. Todo esto aporta orden y eficiencia.
Por ejemplo, si piensas que el momento de servir la cena en casa es un caos porque tienes que hacer mil cosas a la vez (preparar comida, asegurarte de que los niños hagan sus deberes escolares, sobrevivir al cansancio del día, etc.) y estás dispuesta a mejorar esa rutina para no terminar siempre malhumorada y exhausta, basta con tomar conciencia de qué quieres cambiar y hacer pequeños ajustes.
Por ejemplo, definir un menú con las cenas de la semana usando ingredientes de fácil preparación (compra todo en el fin de semana), incluir ingredientes precocinados que puedas hacer en el fin de semana y congelar, incluir a otros miembros de la familia en la preparación, etc. En fin, si tienes un plan previamente organizado, quizá hasta te dé tiempo de disfrutar una copa de vino al final de la noche.
Recuerda, cuando aportas orden intencionadamente a alguno de tus hábitos todos los miembros de tu familia se benefician.
Espero que el orden y la luz siempre te acompañen.
Escrito por: Aurora Badillo Calderón
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