Según varios estudios, las personas adictas al amor provienen de familias disfuncionales que no satisfacen sus necesidades afectivas básicas. Familias donde hay muchos secretos, roles rígidos y no hay libertad para expresar deseos o sentimientos.
Familias donde no se pueden ejercer las cinco libertades de las que nos habla Virginia Satir:
- La libertad de ver y escuchar lo que esta aquí en lugar de lo que DEBERÍA ser, fue o será.
- La libertad de decir lo que uno siente, en lugar de lo que DEBERÍA sentir y pensar.
- La libertad de sentir lo que uno siente, en lugar de lo que DEBERÍA sentir.
- La libertad de pedir lo que uno quiere, en lugar de esperar el permiso para hacerlo.
- La libertad de correr riesgos por tu propia cuenta, en lugar de elegir solo lo que es “seguro” y no arriesgarse.
Desde pequeños, los adictos al amor aprenden a negar sus sentimientos:
- A «poner buena cara» aunque estén sufriendo
- A «ayudar» a otros aunque estén vacíos
- A «seducir» aunque interiormente estén llenos de miedo.
Aunque sean adictos emocionalmente, pueden ser muy exitosos profesionalmente.
Esta adicción, como cualquier otra, es una enfermedad progresiva y requiere terapia.
La adicción a las relaciones incluye:
1. Adicción al amor o a los romances
2. Adicción a las relaciones disfuncionales
3. Codependencia
Cada una impide una intimidad sana, provocando incapacidad para establecer y mantener relaciones constructivas con otras personas, incluyendo sus familiares.
¿Cómo se manifiesta el adicto al amor?
- Una tendencia al control obsesivo en las relaciones
- Comportamiento obsesivo
- Inhabilidad de establecer límites o fronteras y crean vínculos aglutinados, demasiados “pegados”. Se les hace imposible “ser yo estando contigo”, no hay espacio individual, asfixia y persigue al otro.
- Dificultad para expresar necesidades y sentimientos.
- Exposición a peligros en la búsqueda o mantenimiento de la relación.
- A medida que avanza, la persona se va aislando de sus relaciones habituales a costa de una mayor demanda de atención hacia la relación adictiva.
- Se va deteriorando física, mental y emocionalmente.
Características de los adictos al amor:
- Necesitan excesivamente la aprobación de los demás. Son pseudoseres que viven a la luz de la aprobación de los otros.
- Sufren de baja autoestima, debido a relaciones afectivas insatisfactorias a lo largo de su vida.
- La pareja ocupa el primer lugar de sus vidas.
- Se ilusionan excesivamente al comienzo de una relación.
- Por lo general, adoptan posiciones subordinadas en las relaciones.
- Lo constante es que la ruptura es un auténtico trauma, pero sus deseos de tener una relación son tan grandes que buscan pronto a otra persona.
- No siempre son selectivos porque les urge tener una pareja.
Resumen:
Familias disfuncionales son caldos de cultivo para tener miembros que en el futuro serán ADICTOS AL AMOR.
Estas personas sufren una adicción sin sustancias, pueden ser adictos a relaciones amorosas que no funcionan, codependientes o adictos a relaciones en general, disfuncionales (con familiares, amigos, etc.)
Cuando tienen una relación tienden a querer controlar, perseguir de forma obsesiva, asfixiar al compañero. Por lo general, no expresan sus necesidades, ni sentimientos.
Estas personas han aprendido desde pequeños, a negar sus propios sentimientos: a «poner buena cara» aunque estén sufriendo, a «ayudar» a otros aunque estén vacías y a «seducir» aunque interiormente estén llenas de miedo. Pueden ser muy exitosas profesionalmente, siendo adictas emocionalmente.