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Amores adictivos

¿Qué es adicción?

Es una intoxicación crónica y periódica originada por el consumo de una droga, natural o sintética. Es también compulsión por continuar consumiendo, y tendencia al aumento de la dosis. Incluye además dependencia psíquica y física de los efectos.

¿Cuál es la raíz de las adicciones?

La carencia fundamental es la falta de amor. Las personas que se aman a sí mismas y que se sienten amadas no son adictas. Cuando no te conoces a ti mismo, es cuando usas drogas. Ningún adicto sabe por qué lo hace. Sencillamente, es una necesidad que ni siquiera ellos conocen.

Por lo general, las personas adictas al amor pertenecen a familias disfuncionales y han aprendido desde pequeños a negar sus sentimientos y a «poner buena cara» aunque estén sufriendo.

Pueden ser muy exitosas profesionalmente y aún así ser adictas emocionalmente. Es importante comprender que la adicción al amor es una enfermedad progresiva que responde bien cuando se la trata con un profesional adecuado.

¿Qué son los comportamientos compulsivos?

Son comportamientos que aun cuando se reconoce que van en contra de sus propios intereses, no los puede evitar.

¿Cuál es la relación entre la adicción y llenar el vacío interior?

La

adicción

llena este vacío interior. La solución no es cortar con la adicción sino descubrir el por qué del vacío de cada persona. En cuanto la persona lo pueda llenar, automáticamente abandona el comportamiento compulsivo.

 

¿Se puede ser adicto a una persona?

A veces, amar demasiado se convierte en una enfermedad. La adicción al amor tiene síntomas muy parecidos a la

adicción

a las drogas u otras sustancias tóxicas. Una relación es adictiva cuando produce dolor y sufrimiento, pero la persona no puede dejar a quien le maltrata. El adicto al amor sólo ve lo positivo de la relación, sufre de sordera y ceguera “selectiva” y niega lo malo de la relación frente a los demás.


El amor comienza a confundirse con «obsesión». Estas personas son adictos a relaciones amorosas que no funcionan, co-dependientes o adictos a relaciones disfuncionales (con familiares, amigos, etc). Estas personas se sienten atraídas hacia individuos inadecuados para formar una pareja «sana” y por tanto elegirán a seres incapaces de comprometerse afectivamente, sujetos que por un motivo u otro son emocionalmente inasequibles.

La co-dependencia es muy marcada en estas personas. Las personas se olvidan de sí mismas para “rescatar” al amado y por ende, se “regalan”. Intentará ayudarlo, salvarlo, curarlo o cambiarlo con el poder de su amor.

Características de las personas co-dependientes

Realizan todo tipo de sacrificios personales y se postergan a sí mismos y a sus intereses. Cuanto más problemática, difícil e imposible sea el lazo con una persona, mayor es la atracción que sienten hacia ella. Si el vínculo no funciona se culpan por el fracaso. Tienen pánico al abandono y por ese motivo están dispuestos a hacer cualquier cosa para evitar que la relación se disuelva. En los encuentros sexuales hay mucha «magia«, romanticismo, erotismo y sensualidad y el esfuerzo por complacer se centra fundamentalmente en el área sexual. En este caso, la persona supone que mediante la sexualidad salvará, curará o cambiará al individuo con quien ha establecido una relación adictiva.

Síndrome de abstinencia

Si una de las personas de la pareja trata de distanciarse, o de interrumpir la relación, se produce el «síndrome de abstinencia”. Este síndrome es un estado físico y mental de profundo dolor. Quien lo sufre queda con una sensación  de vacío, insomnio, llanto, angustia, auto-reproches y miedo.

Es el miedo, y no el amor, la raíz de esta obsesión. El miedo a estar solo, al abandono, a no ser digno y a ser ignorado. En todo este proceso se deteriora la autoestima y la dependencia es cada vez mayor y más perjudicial.

Carácterísticas comunes de los adictos al amor

Los adictos al amor necesitan excesivamente la aprobación de los demás.

Tienen una baja autoestima, debido a que han sufrido relaciones afectivas insatisfactorias. Se ilusionan y fantasean enormemente al comienzo de una relación y sitúan a la pareja en el primer lugar de su vida. Suelen adoptar posiciones subordinadas en las relaciones y la ruptura es un gran trauma. Aún así, sus deseos de tener una relación son tan grandes que buscan pronto a otra persona. No siempre son selectivos porque les urge tener una pareja y buscan una posición dominante en la pareja.

Es importante tener una auto-imagen fuerte para poder relacionarnos con nuestra pareja como un complemento y no como una necesidad. No podemos encontrar en esa persona algo que nosotros mismos no tenemos: la aceptación de quiénes somos. Todos necesitamos de los demás, pero otra cosa es creer que es el otro quien puede satisfacer todas nuestras necesidades.

En una relación adictiva mientras una persona da todo de sí, su pareja no entrega nada. Mientras aquella se centra en el otro, éste se centra en sí mismo. Mientras uno aporta aliento, apoyo moral y dinero, el otro se limita a recibir y pedir. Mientras uno tolera conductas improcedentes, el otro no tolera nada. Es decir, que el adicto se amarra a su pareja y depende afectivamente de ella, pero ésta no se ata y está capacitada para romper en cualquier momento.

Terminar una relación amorosa enfermiza es difícil pero no imposible.

Algunos lo logran por sí mismos pero otros requieren de ayuda. Lo importante es que te des cuenta de que quién te quita tu autoestima no va a ser quien te la devuelva. Eso no es amor, es

adicción

.

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