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La Suprema Corte y el aborto

Por la dra. Nancy Álvarez

A pesar de odiar con todas mis fuerzas a los políticos, en su mayoría, tengo que escribir sobre los disparates que hacen y dicen, porque, como sexóloga, se están metiendo en mi territorio con cada metida de pata que dan. Y últimamente lo hacen a diario.

Quisiera que alguien me explicara, como si yo tuviera cinco años, ¿qué capacidad tienen los políticos, los miembros de la Suprema Corte de Justicia y los jueces y abogados, en general, para dictarnos a los expertos en conducta humana, sexualidad, pareja y familia, lo que debemos hacer?

Me encantaría que estas personas, tratadas como dioses que siempre tienen la razón, me explicaran las situaciones que llevan a una mujer a interrumpir un embarazo; me contarán si han hablado con una hija de Eva, que llega a tu consultorio desesperada, porque fue violada y quedó embarazada, odiando al desgraciado que la llevó a una crisis que la marca toda la vida.

Después de una violación, el ser humano entra en un estado psicológico del que no se atreve a hablar, a veces por años, o no lo hace nunca. Pero, los “inteligentes” que hacen las leyes, esperan que esté contando las semanas que le permiten para hacerse un aborto.

Me pregunto con qué derecho estos “seres”, para no decir otra cosa, se sienten con potestad para regular la vida de las mujeres. ¿No dicen que EEUU se basa en la libertad de expresión, el respeto por los humanos y una gran cantidad de disparates que te venden, pero casi ninguno de ellos los practica?

Si tanto les preocupa la vida de los niños, ¿por qué no se ocupan de los millones que se mueren de hambre, incluso en este país? ¿Qué han hecho para evitar que cada día se maten niños, mujeres embarazadas y viejitas desamparadas en las guerras? Y ni qué decir de la cantidad de niños que mueren en las escuelas de EEUU, y sigue el derroche de armas en manos de locos.

Realmente, estoy cansada de tanta mentira e ignorancia. ¿No quieren abortos? Ese no es el camino. El aborto nadie lo va a parar, solo se hará más riesgoso para la madre, subirán las muertes en mujeres pobres, y ustedes serán los responsables. Si de verdad no quieren abortos, legislen para:

  • Una verdadera educación sexual, no la que existe ahora.
  • Un trabajo serio con las familias, ya que la sociedad es la suma de las familias que la constituyen. Las nuestras están muy mal.
  • Enfrentar el problema de la salud mental. Los seguros no pagan las terapias necesarias para el cambio, y la vida cada día es más difícil. No hay ni quien cuide a los niños, ambos padres deben trabajar para poder sobrevivir.

Recuerde: Una sociedad que no cuida a sus viejos y a sus niños, no merece llamarse sociedad.