Helen Kaplan, una gurú de la sexualidad humana y que además hizo grandes aportes a este campo, dijo hace muchos años en uno de sus libros, hoy un clásico, que la mejor droga para hacer el amor era la marihuana.
No entiendo por qué los investigadores de la Universidad de Saint Louis, en Missouri, EEUU, no comenzaron por ahí su investigación sobre el orgasmo femenino y la marihuana. También me intriga que las personas sigan pensando que “el orgasmo femenino guarda todavía muchos misterios no solo para los hombres, sino también para las propias mujeres”. Esta universidad hizo un estudio con 373 mujeres sobre diversos aspectos de su vida sexual:
- Nivel de deseo
- Lubricación
- Sus orgasmos
Encontraron que mujeres que consumen marihuana antes de hacer el amor tienen orgasmos más intensos y potentes. El 34% de las mujeres que afirmaron fumar marihuana antes del sexo, también sienten un mayor deseo sexual, orgasmos doblemente intensos, “disminución del dolor durante el coito” (me imagino que esto sería en el caso que tengan esta situación, ya que el coito no debe producir dolor, normalmente). Y afirman que la droga no cambió su lubricación.
Esto también me sorprende porque el aumento del deseo conduce a una mayor excitación y por ende a una mayor lubricación, al menos que la mujer tenga necesidad, por edad o cualquier otra razón, de nivelar sus hormonas. Desde los 35 años empezamos a ver que los niveles de hormonas bajan, y hay casos desde los 25 y antes, por la cantidad de hormonas químicas que consumimos en nuestra dieta diaria, los pesticidas, las pastillas anticonceptivas, etc.
¿Por qué la marihuana mejora la respuesta sexual?
Hay varias razones.
Es un ansiolítico natural que sí te ayuda a dormir. No como los químicos, que no te permiten dormir profundamente. Al otro día estás bostezando, además de “ida”, porque no descansaste realmente.
También permite una gran relajación. Y, si no lo sabías, es muy difícil (y para la mujer casi imposible) hacer el amor si te encuentras tenso. El estrés, la ansiedad y sentirse tensos son los enemigos número uno de una maravillosa sesión de sexo. Imagínese una mujer pensando en los problemas económicos o de los hijos, mientras “intenta” hacer el amor.
Una buena respuesta sexual amerita estar concentrado, necesita foco de atención.
La marihuana produce un trance hipnótico que nos concentra en lo que percibimos. Aumenta las sensaciones y la sensibilidad. Solo con estas realidades podemos entender lo dicho por Helen Kaplan.
Este regalo de Dios en la tierra quita dolores, nauseas (de ahí que se usara en personas que recibían quimioterapia por los años 1970). Niños con convulsiones incontrolables se mejoran gracias a la marihuana medicinal.
Pero estemos claros: esto de consumir marihuana no medicinal no es para jovencitos, debe ser “solo para adultos”. Y los adultos que la consuman, en sitios donde es legal, deben evitar conducir, ya que afecta a la percepción.