Mi esposo Álvaro nunca pide nada. Su vida es trabajar y estudiar y al igual que yo AMA LA MÚSICA. Mi amiga, Alexandra Malagón nos invitó al concierto de Julio Iglesias en la Isla del encanto, mi amado Puerto Rico. Ese sábado estaríamos en mi país, República Dominicana, al que llegamos el jueves en la noche. Hice todo lo que pude para complacer a Álvaro. Cambiamos nuestras agendas apretadísimas en República Dominicana y pagué casi mil dólares a JetBlue por los boletos para viajar a Puerto Rico.
El plan era viajar el viernes en la tarde, ver a Julio Iglesias en la noche y disfrutar unas horas de mi Puerto Rico. Regresaríamos el sábado al medio día ya que tanto mi Álvaro como yo teníamos MUCHO trabajo en República Dominicana. Lamentablemente, nunca llegamos a Puerto Rico.
Antes de terminarle el cuento, le diré que mi hija acaba de volar a Italia y solo pagó trescientos dólares. Un viaje de ocho horas costó trescientos dólares y uno de media hora costó quinientos dólares. ¿Es esto justo? ¿Hasta cuándo las líneas aéreas van a dejar de jugar con nosotros? ¿Cuándo los gobiernos van a defendernos de estos ladrones «autorizados», además de mentirosos?
Era un día treinta, día de cobro en República Dominicana, y además viernes. De tapón en tapón de carros llegamos cinco minutos tarde al aeropuerto. Sabía que si no llego una hora antes no me montan las maletas, pero les dije que podía meter todo en mi maleta de mano y la de mi esposo. Me dijeron que eso no sería posible. Yo vivo de avión en avión por lo que me sorprendí ya que era la primera vez que oía eso. Pedí hablar con un supervisor y vino un grosero que no pesaba ni media libra. Parecía un mime, de lo menos que me dijo fue que era mentira que yo viajaba mucho, porque según él eso era así desde hacía tiempo. Ese mequetrefe sin carne para hacer un pastelito además me dijo que yo debía haber llegado con mi boarding pass impreso o haberme registrado por Internet. Si no, tampoco me subían al avión. Eso nadie me lo informó, no recibí jamás un email ni nada por el estilo. Según el mosquito mime, yo debía ser bruja o vidente. ¡DESPUÉS DE ROBARME mil dólares y hablarme tanta mentira, pregunté en Migración y me dijeron que eso no era cierto. Si llego menos de una hora antes del despegue, no me montan las maletas, pero sí tengo derecho a viajar con mi maleta de mano.
También pregunté a otras líneas aéreas y me dijeron que eso era mentira. Como no soy estúpida y no tengo cinco años, creo saber lo que pasó. Habían sobre vendido los vuelos y le dieron nuestros asientos a otros pasajeros. Como papagayos repetían todos que debía tomar el avión de las 6:00 p.m. Por más que les explicaba que el show era a las 8:00 p.m. y que por tanto no llegaríamos a ver el espectáculo, insistían. Me llegaron a decir que no podía llegar tarde ni un minuto. Que descaro, las veces que las líneas aéreas nos han hecho esperar hasta seis horas para salir a mi destino, ni las puedo contar. Hace poco mi hija debió salir de República Dominicana a MIAMI en la tarde y llegó al otro día después de que la llevaron a Punta Cana, donde durmió en un sillón junto a mi nieto perruno. ¡Finalmente llegó a Miami al otro día! En general, las líneas aéreas no tienen moral para exigir nada, excepto contados casos entre ellos Emirates, Cathay Pacific, Singapore Airlines, Qatar Airways. El resto son un desastre y unas ladronas.
Sé que si quiere llegar a Puerto Rico desde República Dominicana, salvo otra línea que tiene un solo vuelo, usted está obligado a volar por JetBlue. POR FAVOR, EVÍTELO. Cuando pedí mi dinero, ahí fue que se puso el asunto duro. Insistían en que me fuera a las 6:00pm. ¿Es que son burros, es que no entienden? Ya hasta mi esposo estaba harto y les dijo que si eran sordos, que si no hablaban español. Les dije que quería mi dinero y punto. Sin más remedio me extendieron un papelito devolviéndome un poco más de la mitad, para viajar CON ELLOS a donde yo quisiera.
Ese vale me valdría por un año. O sea, de nuevo me robaron cerca de cuatrocientos cincuenta dólares. Les dije que yo JAMÁS VOLARÍA CON JETBLUE NI QUE FUERA LA UNICA LÍNEA AÉREA QUE QUEDARA EN EL MUNDO porque no solo me robaron dos veces en mi cara, además me mintieron y me trataron mal. Si hubiera tenido un insecticida les juro que hubiera rociado al «supervisor mosquito, media libra de carne» que me dijo todas esas mentiras y dijo que se notaba que yo no viajaba mucho. No le hice mucho caso, total era un insecto con uniforme, perdón a los insectos por compararlos.
Esto no se va a quedar así, ya le dije al banco de mi tarjeta de crédito que no les pague y ni que tenga que gastar en abogados voy a pagar. Además de que la sumaré a las otras líneas que reportaré en Estados Unidos por abusar de los consumidores y maltratarlos.
HOY MÁS QUE NUNCA EL CHAVO ESTÁ VIGENTE CON SU FAMOSA FRASE: ¿Y AHORA, QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?
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