Serpiente de cascabel mojada sin veneno.
Larga anatomía imprescindible para el amor,
que se desliza húmeda y hambrienta por la piel.
Raíz sembrada en la garganta profunda del placer.
Descansa en el suelo de la boca cuando no habla,
Su techo no es el cielo de la boca, sino de las estrellas,
cuando besa, cuando lame, cuando encuentra otra boca.
La lengua es un cono en el centro del universo piramidal.
Es gruesa y ancha, fina y delgada, que entra y sale en círculo.
Esqueleto sin hueso, sensual, provocador, afrodisíaco.
Mucosa de sal y de mar que atrapa un pez en su caracol mágico.
¿Qué sería del gustó y del paladar sin ti, lengua prodigiosa?
¿Qué sería de los besos sin ti, lengua mojada y frágil?
¿Qué sería del amor sin tu fuego lento y abrazador?
¿Qué sería del sexo sin ti, lengua silenciosa y hábil?
¿Qué sería del grito en el vientre sin ti, lengua amorosa?
¡Oh lengua, bendita seas ahora y siempre!
