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Agresividad y violencia

¿Cuándo es legítimo el poder y cuándo es abusivo?

Para entender la violencia doméstica, hay que saber la forma en que circula el poder en las relaciones y esto no es tan sencillo. El poder no es malo, organiza las relaciones y nos permite coexistir de forma organizada. Pero hay formas de poder que son legítimas y otras que son abusivas. ¿Cuál es el límite entre una y otra? ¿Quién lo establece?

Un poder resulta abusivo cuando vulnera un derecho del otro, cuando lesionan al otro. El uso del poder, sea porque se tiene mayor conocimiento, dinero, fuerza física o autoridad, en contra de otro que se encuentra en una posición inferior o más débil, es violencia, es abuso. Y estas situaciones generan ansiedad y depresión.

violencia

“Que se calle de una vez”

 Para que podamos decir que un acto es violento, debe haber intención en relación al daño ocasionado. Esto es muy importante en el ámbito jurídico, aquí deben cooperar lo jurídico con lo psicológico. El problema de la intención es fundamental ya que

cerca de un 90% de los daños por violencia doméstica no son ocasionados con intención de hacer daño, incluso en casos en que uno de los involucrados muere. Por lo general, se debe al ejercicio del poder, forma de lograr obediencia, la trillada frase ‘que se calle de una vez’. Cuando no podemos decir lo que sentimos, cuando vivimos bajo el miedo a ser agredidos o violentados, pagamos con depresión y ansiedad generalizada que puede conducir a serias enfermedades.

¿Sabías que las personas sometidas a violencia tienden a deprimirse?

 El objetivo principal de todo acto de violencia es lograr el control de la otra persona. Hay una relación directa entre depresión y violencia; personas sometidas a violencia tienden a deprimirse. Hoy en día sabemos que la depresión está relacionada con enfermedades muy serias como el cáncer, enfermedades cardíacas y accidentes cerebro vasculares, etc. Esto es un asunto grave y si se toma en cuenta el daño que hace a la familia, a la pareja, a los niños y por ende a la sociedad, concluiremos que estamos ante una emergencia. Los hombres que ejercen violencia no vinculan el daño a la verdadera intención que hay detrás de esta conducta, que es controlar.

¿Cuál es la diferencia entre agresividad y violencia?

Agresividad y violencia no son sinónimos. Esto trae graves problemas en la evaluación psicológica y la jurídica. Las conductas agresivas son parte de toda especie viva. Existen estructuras biológicas que al ser estimuladas disparan una respuesta agresiva. Esta agresividad aparece en situaciones como amenaza de territorio, fuente de alimentación, reproducción o la vida. Es una conducta de defensa frente a la pérdida de algo vital. La cultura regula la agresividad. No obstante, la conducta agresiva y violenta se aprende y los medios de comunicación están repletos de agresividad y violencia. Las consecuencias de esto ya las estamos sufriendo.

agresivo

La violencia es diferente a la agresividad porque su objetivo es obtener control y poder. No es defender algo vital. Siempre está ligada al poder. Toda forma de violencia pretende mantener el poder que se tiene o aumentarlo. No es lo mismo una conducta agresiva que produce un daño que una conducta violenta que produce un daño. Confundir esos términos conduce a casos escalofriantemente dañinos. Una persona agresiva por lo general no es violenta. La agresividad es más genética, la violencia es más social, y en general, aprendida.

Otros conceptos que tendemos a igualar son el conflicto y la violencia interpersonal. Es riesgoso confundirlos. En el conflicto interpersonal siempre hay agresividad entre dos personas o más. Esta agresividad consta de circularidad, se mueve entre los que están implicados. No hay sometimiento entre ellos, los roles son intercambiables, existe simetría, horizontalidad entre los implicados (o sea, no se trata del jefe y el empleado, por ejemplo). Uno ataca y el otro puede defenderse, son personas enojadas, expresando sus sentimientos de enojo, hay flexibilidad, diálogo-discusiones, intercambio entre iguales.

En la conducta violenta, la violencia va hacia una persona con menos poder, que está en una posición inferior. Es por tanto unidireccional. Hay sometimiento de una a otra. Los roles son fijos y existe asimetría pues los implicados no están en igual posición. Existe verticalidad, va de arriba hacia abajo. Lo marca el dominio del abusador y la indefensión aprendida de las víctimas atemorizadas. Es una posición de rigidez. Es casi imposible moverse de ahí. El diálogo no existe pues son solo monólogos-imposiciones, control y muchos sentimientos de miedo en la víctima.

El objetivo del que ejerce violencia es anular el conflicto y controlar al otro por vía del maltrato, devenido en técnica de dominación.